Casi por definición del propio concepto de sociedad en sí, ésta no marcha nunca del todo bien. Siempre hay aspectos que mejorar; obsesiones y perversiones que combatir e ideas y valores que defender. Sin embargo, a nadie sorprende que, desde hace demasiados años, probablemente más de los que muchos son capaces de recordar, todo va peor que nunca. Se trata de algo tan clamoroso, de hechos tan irrefutables y objetivos que van más alla de creencias o ideologías políticas. La crisis no solo ha traído consigo unas tasas de desempleo sin parangón, sino un desencanto y una desconfianza que, para más inri, solo hace que aumentar ante la deficiente gestión de los poderes públicos. Y es que, como quien pretende apagar un fuego con gasolina, la respuesta del poder establecido a las situaciones de necesidad en la que se encuentran cada vez más ciudadanos, es mediante recortes: Recortes de servicios, de prestaciones y de derechos.
Como no podía ser de otra forma, esto ha provocado una indignación generalizada en todo el mundo. Movimientos como el del 15-M o el más reciente 15-O han impulsado a millones de ciudadanos a salir a la calle no solo en señal de protesta, sino también en un intento espontáneo de encontrar respuestas para problemas comunes y de difícil solución. Sin embargo, su mayor dificultad estriba en canalizar toda esa energía, todo ese malestar pero también voluntad de cambio, en soluciones y propuestas concretas que vayan más allá de las proclamas y las discusiones surgidas de las plazas. Por eso, iniciativas como las de Propongo, son más que bienvenidas.
Propongo es una web, una comunidad en la que cualquiera (hispanohablante) puede exponer sus ideas para hacer frente a la actual situación socio-económica, ya sea a través de reformas legislativas, políticas o propuestas sociales, que puedan ser discutidas y valoradas por el resto de usuarios. Tal vez algunas puedan pecar de cierto ingenuidad o populismo, pero es una expresión magnífica de la voluntad popular, y de como ésta se puede concretar más allá de ejercer el derecho al voto una vez cada cuatro años (por lo menos en España), en un sistema democrático que, por otra parte, también resulta discutible.
Un abrazo a eyeclipse, principal artífice de esta iniciativa.