El 15 de Agosto de 1977, el radiotelescopio Big Ear registró una señal cuya procedencia es, todavía hoy, un misterio.
Al parecer, es la única señal de comunicación regístrada hasta la fecha cuyo orígen podría ser extraterrestre.
Desgraciadamente, debido a los vetustos équipos de la época, dicha señal no pudo ser grabada, quedando solamente constancia de la misma a través de un software que imprimió los valores de ruido de la misma. Esto fue lo que imprimió: «6EQUJ5».
Por cierto, el nombre de la señal proviene de la anotación «WOW» que escribió el científico a cargo de la supervisión del radiotelescópio cuando se topó con semejante mensaje.
Aún así, eso no confirma, ni de lejos, la existencia de vida extraterrestre, pues ya han aparecido varias hipotésis para justificar la misma. A saber:
– Que provenga de la emisión de satélite artificial terrestre.
– Qué fuera producto de un acontecimiento astronómico tan potente como lejano.
Via Magonia, a través de algún Twitter que no logro recordar.
Más información técnica sobre la señal y el equipo utilizado para su regístro.