Tiene el arte, entendido como manifestación de la cultura, algo que atrae tanto a eruditos como a los más absolutos profanos. Por supuesto, existen obras, anodinas para la gran mayoría que, tal vez, solo las personas con una cierta formación académica, sepan apreciar. Pero otras, ya sea por su extravagancia, por las historias tan sorprendentes que narran, por la técnica con la que están ejecutadas o por cualquier otro motivo, son capaces de atraer a todo tipo de personas. Con esa intención, la de dar a conocer este tipo de obras de arte bizarras y arrojar un poco de luz sobre aquello que las hace tan atrayentes, nace mi nuevo proyecto: Cultura Bizarra.
Algunos ejemplos, sin ningún orden particular, del tipo de artículos que podrás encontrar en Cultura Bizarra:
La verdad, representada como una loca furiosa que surge de un pozo, por Jean-Léon Gérôme
La surrealista película de animación «El planeta salvaje», del francés René Laloux
Physica Curiosa, la enciclopedia de monstruos publicada en las postrimerías de la Edad Media
Breve historia del secador: de engendro diabólico a siervo doméstico de la belleza
El duelo de esgrima entre un travesti y un mulato, en pleno siglo XVIII
Las tres esfinges Bikini, una de las obras más extrañas de Salvador Dalí
Las esculturas imposibles de pieles colgantes y cuerpos semi-vacios de Francesco Albano
Por cierto, a modo de aclarar ciertas confusiones con el nombre de la página, soy consciente de que, a día de hoy, según la Real Academia de la Lengua Española (la RAE, para los amigos), Bizarro/a significa valiente y no extraño o extravagante o raro, como en su acepción inglesa. Y juego precisamente con esta ambigüedad. Después de todo, ¿qué hay más bizarro (valiente) que las manifestaciones culturales y artísticas más extravagantes? Aquellas que atraen desafiando convencionalismos. Por otra parte, parece ser que próximamente, debido a su extendido uso, la RAE recogerá la acepción de «raro» o «extravagante» para la palabra «bizarro». Así lo recoge la Fundéu. Es más, ciertos diccionarios ya reconocen dicha acepción en algunos países de habla hispana.
De cualquier modo, y al margen del nombre, espero que te guste la página y, de ser así, que la compartas en las redes sociales. 🙂