Sin quererlo, sin haberlo escogido, formamos parte de un sistema social que no funciona. Un sistema que ante su flagrante y vergonzoso fracaso economico-social, al que se refiere por ese vocablo heterogéneo y deforme llamado crisis, se aferra hasta la estupidez en perpetuarse a si mismo, en continuar extrayendo un jugo que ya apenas poseen los cada vez más paupérrimos ciudadanos. Y todas las reformas y acciones que se supone realiza el poder establecido para combatir lo que en definitiva no es sino un incremento exponencial de la pobreza, no son más que actos de represión y menoscabo de derechos, con un único ánimo: el oneroso.
Todo ello, olvidando y despreciando el verdadero motor de una sociedad capaz de evolucionar, el proporcionar una educación global, que enseñe a los individuos a tomar las mejores decisiones por sí solos, y no mediante castigos y prohibiciones mas bien propios de regimenes rancios que parecian olvidados. Todo lo contrario, la cada vez más patética y escasa educación recibida, cuyo nivel se encuentra en franco retroceso, parece tener como unico objetivo proporcionar una legión de individuos apáticos que produzcan y consuman, sin quejarse, alimentando así a la bestia de la sociedad que los está engullendo. Pero su estratagema ya empieza a ser demasiado evidente.
Nuestra democracia, en el sentido original del término, es de risa. Porque el verdadero gobierno del pueblo se encuentra en manos personas que difícilmente pueden sentirse más alejadas de aquellas a las que supuestamente representan. En realidad no son más que títeres de lobby’s, de empresas y sectores que se han enriquecido hasta la saciedad con modelos de negocio arcaicos que se están volviendo insostenibles. Y los muy estupidos y cobardes, luchan como una bestia herida por sobrevivir, llevándose por delante a cuantos ciudadanos sea preciso. Pero el pueblo, también es una bestia. La mayor de todas. Y tarde o temprano, si se la molesta y se la ataca durante el suficiente tiempo y con la suficiente intensidad, acaba despertando.
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Por desgracia en España… hasta que no dejen de retransmitir un barça-madrid por la tele, no habrá tal revuelta…
Pues yo lo siento, pero desde que viendo la 3ª parte de Zelgeist (sensacionalista, pero con muy buenos argumentos) tuve una revelación ya estoy un poco más tranquilo, y mira que soy de los que les jode como va todo.
Simplificando, diríamos que si coges al Tarzán del libro y le enseñas a comer con cubiertos, de cara a los periodistas comerá y será un hecho increíble para la sociedad, pero cuando las cámaras no miren, ¿qué hará? pues saldrá a matar jabalíes, a marcar territorios, etc. Lo mismo que ahora con imperios, guerras de recursos, y esclavizamiento de cierta parte de la población (¡y seguro que no coincidimos en cuál es esa parte!).
El pueblo hace su papel, el que le fue otorgado, no el que él quiera, y realmente, nos controlan por mil flancos más que no sólo por el político-social. Para limpiar todo y llegar a no aplicar castigos, deben cambiar muuuuuchísimo las cosas, y no requiere poco tiempo la cosa…
Un abrazo man!
Sí, estamos de acuerdo en que los cambios, no serán ni rápidos ni repentinos. 🙁
Cuando las cosas iban menos mal en el «primer mundo», todas las barbaridades pasaban más desapercibidas, pero de un tiempo a esta parte, me parece que la estúpidez política está creciendo a un ritmo exponencial.
Buueno, más que estupidez política, yo creo que han perdido la vergüenza, y ahora se esta viendo todo, ya que la situación se ha vuelto exageradísima. Poligocracia es un término adecuado para la situación, y el reciente documental ganador de un oscar «Inside Job» es una buena muestra de como se «mueven» esta gente.
P.D.: si que es verdad que el imperio americano, como imperio dominante, tiene basta influencia en las decisiones de otros países 🙁