Hace más de 2000 años la Antigua Biblioteca de Alejandría salvaguardó durante varios siglos todo el conocimiento de la civilización occidental, hasta que, por causas desconocidos, quedó destruida.
A día de hoy, probablemente lo más parecido a la Antigua Biblioteca de Alejandría sea la propia red de internet o, quizás acotando un poco más, la Wikipedia.
Resulta sin embargo, loable el la iniciativa de la Unesco con la creación de la Biblioteca Digital Mundial y su ambicioso intento de preservar el conocimiento a través de la digitalización de libros, mapas, imágenes, vídeos y demás documentos producidos a lo largo de toda la historia de la humanidad. Todavía no tiene demasiado contenido (varios centenares de artículos, tal vez unos pocos miles) pero el poder acceder a algo parecido a materiales de primera mano, con lo fidedigno que ello implica, resulta más que loable.
Por otra parte, el interface está muy cuidado y se incluyen varias opciones de descarga en función del tipo de material, por ejemplo, en el caso de libros antiguos en pdf o incluso en tiff.