La telefonía voip, y en realidad muchos otros servicios emergentes, parte de una premisa muy simple: si a través de Internet es posible transmitir textos, imagenes, videos, sonidos y cualquier otro tipo de datos en general, ¿Por qué no transmitir también la voz humana?
Sobretodo teniendo en cuenta que desde hace ya algún tiempo, existe la posibilidad técnica de prescindir de ciertas infraestructuras (no de todas) de algunas compañías de telefonía móvil.
Sin embargo tras este planteamiento lógico de aprovechamiento e incluso optimización de la tecnología existente surgen diversas consecuencias que impiden la extensión y universalización de estos servicios, consecuencias principalmente onerosas, consecuencias que repercuten contra las paupérrimas arcas de las empresas de telecomunicaciones (juas!).
Es por ello que servicios como Skype o Gizmo VoIP no terminan de despegar. El software de estos servicios para términales móviles ya existe, y las redes wifi siguen proliferando cada día que pasa, sin embargo en ciertos países, como España, sigue siendo imposible obtener un número de teléfono «convencional» con el que utilizar estos servicios, motivo por el cual, muchos usuarios no pueden permitirse prescindir de Telefónica y compañía.
Todo esto viene a raíz de haber estado probando Gizmo VoIP, un programa similar Skype pero que utiliza SIP un protocolo libre gracias al cual es posible la comunicación entre diferentes programas que compartan este protocolo.
El pograma en sí funciona francamente bien, tiene un interfaz muy cuidado con algunas características interesantes y poco vistas como la geolocalización de los interlocutores (creo recordar que a través de Google Maps), permite llamadas gratuitas a otros usuarios del mismo programa o protocolo y llamadas a teléfonos convencionales por un precio reducido y sobretodo, la calidad de la conferencia es más que notable, en ningún momento he sufrido corte alguno.
En cuanto al precio de las llamadas a teléfonos convencionales, existen tarifas para cada país, que supongo vienen determinadads por las comañías telefónicas. En España, no salimos demasiado mal parados, al menos en cuanto a telefonía fija se refiere, pués este tipo de llamadas se quedan en unos económicos 2 céntimos de euro por minuto. Sin embargo en el terreno de la telefonía móvil la cifra asciende a los 25 céntimos de euro por minuto, cifra, a todas luces, demasiado elevada para que una masa de usuarios relevante se decida a prescindir de las teleoperadoras convencionales.
Quizás llegue un día en el que la telefonía VoIP sea la mayoritaría, pero hoy por hoy, continuamos a merced de un monopolio «de facto» de las compañías de telecomunicaciones tradicionales en cuándo a telefonía se refiere.