Leyendo este artículo en El País sobre una entrevista realizada a Kevin Mitnick, el hacker más famoso del mundo, me ha llamado mucho la atención como su mejor y más poderosa arma es ni más ni menos que la ingenieria social. Esto es básicamente engañar a la gente para que te faciliten nombres de usuario, passwords u otra información sensible para poder acceder a un determinado sistema informático.
Nada de complejas técnicas de programación, nada de analizar concienzudamente los puntos débiles de una red… tan solo unas cuantas mentiras y el bueno de Kevin consiguió colarse en algunos de los sistemas informáticos más seguros del mundo.
Y es que ya lo dice el señor Mitnick, la estúpidez humana es talón de Aquiles de la seguridad empresarial.